Elena Garro ¡Justicia para sus letras!

 

Foto: Revista Praxis.

"Yo soy solo recuerdo y el recuerdo que de mí se tenga"

 

Garro es uno de mis referentes literarios después de mi acercamiento a ella, que fue con sus cuentos “La semana de colores” que escribió después de “Los recuerdos del porvenir” cuyo narrador omnisciente es Ixtepec. Ambas obras bien pueden catalogarse dentro del realismo mágico.

La semana de colores, entonces, me abrió la puerta a la excelsa literatura de Garro; llena de escenarios y realidades mexicanas e indígenas. Cuentos que mezclan lo aterrador y lo bello; muestran que la locura es intensa conciencia de la realidad; como también lo refleja la poeta mexicana Tedi López Mills con su poesía novelada “Muerte en la rúa Augusta” ¿Cómo sabes que estás en dónde estás?

Elena fue una mujer rebelde, como sus letras, como sus crónicas, sus obras de teatro y sus cuentos. Contando siempre verdades que se clavan como alfileres en los oídos de sus lectores. Quizá por eso ha sido desterrada de los planes de estudio literarios “porque para realismo mágico está Juanito Rulfo” ¿Qué hay de las obras que hizo ella? Rulfo destacó en esta categoría con “Pedro Páramo” ¿Cómo sabes que estás vivo en un pueblo de sombras? ¡Todos somos hijos de Pedro Páramo! Una magnífica obra desarrollada en el porfiriato, en un pueblo misterioso donde Juan Preciado busca a su padre para al final darse cuenta de que no hay vida  en ese pueblo seco.

A Pedro Páramo lo estudiamos como referente del realismo mágico; incluso “Cien años de soledad” de García Márquez, otro referente para este género literario; más mi cuestionamiento a la academia y  a los lectores varones es ¿Por qué no se estudia de la misma manera la obra de Garro? Obra que también es excepcional en dicho género, aunque la propia autora haya desistido del realismo mágico, su obra es un destello del mismo.

Pasa que la obra de Garro sufrió un destierro desde el movimiento del 68, donde fue culpada de liderar el movimiento y querer derrocar al entonces gobierno mexicano; esto le llevo a huir del país (Testimonio que se refleja en su obra Andamos huyendo Lola), con su hija y vivir en Estados Unidos y Europa por varios años.

Leer a Garro es recorrer México y su historia, sus pueblitos, su versátil incongruencia social; también es un estandarte de libertad que revela dolorosas verdades.

En “Testimonios sobre Mariana” Elena nos cuenta una historia donde, según el crítico Emmanuel Carballo, devela su episodio matrimonial con Octavio Paz. Garro jamás lo confirmó, más su hija Helena Paz sí lo hizo a través de una misiva enviada al crítico literario. En dicha historia se identifica que detrás de los personajes hay personas reales y se intuye que Mariana es Elena, Augusto es Octavio y Natalia es Helena, entre otros con relevancia en la vida de la escritora.

“Y Matarazo no llamó” es un referente para la novela política en nuestro país, Elena la escribió durante su exilio en Europa. En ella hace referencia a lo dolorosa que es la soledad para un hombre de cincuenta años que para tratar de aliviarla se une a una huelga de obreros.

El legado de la legendaria Elena Garro es su fuerza para ser independiente, separarse de la otra figura legendaria, Octavio Paz, y brillar por sí misma. Una mujer valerosa, cuya escritura fue su alivio, nos enseña que no hay límites ni estándares para la creación de lo que nos apasiona. 

Aun con el pie en el cuello por parte de los adversarios, su obra fue destacada con varios premios literarios después de su exilio y ahora, las mujeres apasionadas por la literatura, la revivimos cada que leemos y reseñamos sus obras.

"En la profundidad de la mentira, siempre hay algo perverso" 

 

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