¿Y después del 8M?

 



Las mujeres que salimos a marchar el 8 de marzo somos el iceberg de la lucha feminista. Lo que nos mueve a hacerlo y tomar la avenida Reforma hasta llegar al zócalo capitalino sigue siendo la desigualdad laboral y educativa, los feminicidios, la violencia de género, las mujeres desaparecidas. Lo que nos mueve a salir y entonar los cánticos feministas es exigir mejores condiciones de vida para nuestras hijas, sobrinas, hermanas, madres, tías, amigas, compañeras y demás mujeres que son parte de nosotras.

¡Lucha una, ganamos todas!

Queremos que el gobierno mexicano, cuya deuda histórica con nosotras es enorme, nos escuche y deje de cerrar los ojos ante los crímenes que nos afectan. La impunidad que reviste: los feminicidios, las violaciones sexuales, los acosos, los hostigamientos, la violencia intrafamiliar, la falta de pensiones hacia las infancias, las paternidades ausentes y demás, merece castigo. ¡Queremos que haya justicia!  por eso gritamos, rayamos y quemamos.

Lo hace una: ¡fuimos todas!

Antes y después de la marcha, el movimiento feminista persiste de mil maneras: impulsando leyes, creando arte, haciendo comunidad entre mujeres, enseñando entre nosotras, dictando ponencias para que termine la violencia de género, etcétera. El feminismo es tan profundo que no hay un área donde se diga que el feminismo no llega.  No hay un área donde las mujeres no lleguemos a luchar por nuestros derechos y a reivindicar el movimiento y nuestra existencia. 

El rubro mediático, al respecto de este movimiento, deja mucho que desear al proyectar únicamente los aparentes destrozos que se hacen durante el 8M, y esto ha provocado el desprestigio de todas aquellas que comulgamos con esta filosofía. El movimiento no es eso. Posee teoría, fundamento e ideología que durante años hemos creado las mujeres. 

El daño que hacemos las mujeres es patrimonial porque queremos que el gobierno nos voltee a ver, pero en nuestras revoluciones jamás hemos lastimado ni asesinado a nadie. Queremos que el gobierno y la sociedad acepten que el trabajo doméstico, no reconocido ni remunerado, es el que sostiene el sistema capitalista. La división sexista del trabajo nos sigue desfavoreciendo. Por eso las pintas a monumentos. 

Además, el gobierno ha dejado claro que sí es capaz de reparar un monumento, pero no el cuerpo destrozado de una mujer víctima de feminicidio, en el sentido jurídico del que tiene obligación.

¡No somos una, no somos diez, pinche gobierno cuéntanos bien!

Desde 1792 Mary Wollstonecraft nos abrió camino con su “Reivindicación de los derechos de las mujeres” cuyo planteamiento central expone la minusvalía social de las mujeres de entonces. Sin embargo, es un texto que nos abre el panorama al movimiento feminista. No se trata solo de salir a las calles sino de entender el por qué existe todo el año una serie de movimientos por parte de todas las mujeres, que culmina con el 8M saliendo a marchar.

Queremos terminar con el machismo que es una ideología que nos afecta a todos como sociedad y que ha provocado la opresión de las mujeres.

¡Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir que el pinche machismo se tiene que morir!

El movimiento feminista está contra una ideología, no contra un género, la ideología opresora es el machismo, aquella que dicta a las mujeres cómo ser mujeres: femeninas, sumisas, cosificadas, amas de casa, madres, esposas, cuidadoras, etc. Y a los hombres, cómo ser hombres: proveedores, valientes, machos, con iniciativa para los noviazgos y para las relaciones sexuales. Esa ideología que no nos permite vivir en libertad, por eso luchamos. Para eso nos unimos: para tirarlo.

Después del 8M seguimos luchando desde nuestra expertise y haciendo comunidad, aprendiendo y enseñando, protegiendo y siendo protegidas, ayudando y siendo ayudadas, acuerpando y siendo acuerpadas. La lucha es todo el año, toda la vida, porque una vez que nos colocamos las gafas violetas, jamás las podemos retirar.

Estás son solo algunas leyes que se han aprobado gracias al movimiento feminista que abarca la marcha del 8M y lo que sucede antes y después de dicha marcha.

·       Permiso de maternidad 
Derecho a voto
Legalización del divorcio
Acceso a la universidad
La posibilidad de abortar
Ley Integral contra la Violencia de Género
Igualdad laboral
Deportes "de hombres", también para mujeres

El movimiento feminista NO es solo marchar y rayar monumentos. Es una forma de vida que repercute en la lucha diaria por nuestros derechos. La lucha continúa… 

¡Mujer escucha, esta es tu lucha!

 

 


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